Observar es una forma perfecta de aprender a ser profesor o llegar a ser un profesional competente porque sin la observación, ya sea en clase a los alumnos o hacia la diferente forma de actuar de los compañeros, hay miles de aspectos que pasarán delante nuestra sin que los percibamos y sin poder sacar conclusiones de ellos. Es verdad que al intervenir la actitud de cada uno para que esos llegue a convertirse en una habilidad, hay determinados recursos que pueden llegar a enseñarnos a observar pero sobre todo para mostrarnos qué observar.
Saber sustraer de la observación las conclusiones adecuadas para que dicho proceso pueda posteriormente aplicarse y mejorar determinados aspectos del aula, es la forma en que debe concluir la observación porque cuando un docente se planifica una sesión habrá siempre diversos aspectos que no sucederán tal y como estaba previsto, bien porque en su momento era imprevisibles o bien porque quizá su inexperiencia docente no le permita llegar a tener esa visión tan amplia. Por eso observar es determinante y fundamental para cada vez tener más conocimiento sobre por dónde pueden ir determinados derroteros en clase.
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