Voy a dejar mis impresiones sobre el documento escrito por Elena Verdía sobre el MCER, aunque
antes de nada me ha parecido muy interesante la cuestión que se ha planteado en el foro dedicado a este concepto
entre Cristina y Jose Antonio sobre el grado de subjetividad u objetividad que
existe en las pruebas o calificaciones. Creo que es una sombra que siempre
planea sobre este campo, porque según he interpretado las palabras de José
Antonio, lo que entiendo que ha querido decir es que aunque los profesionales
de la enseñanza de las lenguas tengan MCRE una base común para
reflexionar sobre la enseñanza, aprendizaje y la evaluación de lenguas y, sobre
todo para tomar decisiones relacionadas con sus respectivas actividades, luego
es la evaluación subjetivo del profesor la que delimita la calificación.
Sinceramente creo que una vez establecidas esas directrices comunes de forma
precisa, no cabe lugar a la subjetivad. Si bien es verdad que como nos
centremos en qué es o no subjetivo, este foro puede irse por otros derroteros y
alargarse demasiado; pero creo que en lo que concierne en concreto al tema que
estamos tratando, tenemos hoy en día la suerte de tener parámetros comunes,
bien definidos y objetivos.
De hecho en el texto vemos que gracias a esa base común de referencia unas
de las partes centrales del MCRE es el sistema de reconocimiento mutuo de
titulaciones que permite la comparación de certificaciones expedidas en los
diferentes países. Estos 6 niveles comunes de referencia creo que no han
supuesto otra cosa que una enorme avance a la hora de poder ‘hablar el mismo
código’ cuando de promover la movilidad por Europa se trata y debemos acreditar
bajo un referente común el dominio que poseemos de determinado idioma. De hecho
el texto define la existencia de estos niveles como el eje del MCER porque constituye
una de sus mayores aportaciones. También señala un eje horizontal en la medida
que perfila los parámetros que facilitan a los profesionales en la enseñanza de
lenguas el poder establecer qué esperan que los alumnos sean capaces de
realizar con la lengua que aprenden en relación con cada uno de estos aspectos.
En relación con esto cabe señalar que en el MCER se desarrolla un enfoque
de la enseñanza de las lenguas basado en principios comunes, tanto en lo que se
refiere a la evaluación como en todo lo que concierte al proceso de enseñanza
de lenguas de hecho creo haber leído que dedica un apartado a definir aspectos
como el tipo de objetivos a alcanzar, el papel que deben desarrollar tanto
profesores como alumnos, etc… Aquí creo que podrían disiparse las sombras a esa
objetividad antes mencionada…espero.
Para concluir y por no alargarme más de la cuenta, decir que la parte que
personalmente más me ha gustado porque soy una apasionada de las lenguas y
siempre las he definido como la capacidad (o como suelo decir ‘la llave’) que
te permite acceder a todo tipo de conocimiento sin contar con barreras de
ningún tipo, es cuando se resalta que entre los objetivos del Consejo de Europa
está el promover el plurilingüismo y pluriculturalismo
de los ciudadanos europeos; nos anima a llegar a tener la capacidad
comunicativa para llegar a tener experiencias en varias culturas y participar
como agente social en la interacción cultural. En este último punto señala como
importantes, aspectos que ya hemos visto en el curso y que personalmente me han
encantado que son la autonomía del alumno ya que el proceso de aprendizaje dura
toda la vida y el hecho de considerar al alumno como miembros de una sociedad
que en la que tienen que realizar tareas, no como un ente aislado.
Dejo el enlace del texto, para que quién esté interesado pueda echarle un vitazo:
Tamara, creo que le has sacado muy buen partido a esta lectura. Efectivamente el tma de la subjetividad o la puesta en práctica del MCER da para un curso completo, pero siempre se aprende del debate y los posicionamientos de las otras personas.
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