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lunes, 27 de mayo de 2013

CARTA A SILVIA



Estimada Silvia,

Ante todo darte las gracias por pedirnos nuestra opinión o nuestro consejo acerca de la planificación que has hecho de una de tus sesiones; tratándose de una profesora de ELE que afortunadamente se dedica profesionalmente a la materia, intentaremos con nuestros consejos estar a la altura de las circunstancias.
Desde mi escasa experiencia y no me gustaría equivocarme y hacer una acotación demasiado severa, a priori veo que el grupo al que le impartes clases es muy heterogéneo lo cual y según tus habilidades como docente puedes usarlo a tu favor porque es un gran potencial. En lugar de verlo como un hándicap o una desventaja que pueda hacer divergir el punto de encuentro entre el profesor y el grupo, entiendo que tienes la posibilidad de potenciar tus habilidades como docente facilitadora y hacer un gran trabajo final tomando como elementos individuales la diversidad de intereses y situaciones personales con las que te enfrentas. A pesar de que todos ellos son estudiantes, tienen como nexo de cohesión el pertenecer a ese grupo que asiste como estudiantes a sus clases de español ya que las materias a las que dedican su estudio difieren muchísimo, toma esta experiencia de vida de cada uno e intenta plantearle actividades relacionadas quizá con experiencias de la vida real, con el día a día de cada uno de ellos.
El tema que has escogido es sin duda muy pedagógico y les dará gran conocimiento tanto léxico como gramatical y conceptual, pero quizá está un poco desvinculado de sus vidas y por lo tanto de sus intereses ya que solamente uno de ellos puede reconocer como cercano el campo de la medicina alternativa por lo que las competencias comunicativas sin duda se trabajarían pero no tanto, en mi opinión las generales. En este sentido convendría realizar tareas que pueden bien en estos momentos o el día de mañana serles de utilidad a la hora de relacionarse con el español como puede ser saber redactar un email o una carta solicitando un puesto de trabajo, saber solicitar unas vacaciones a una agencia de viajes y saber de igual modo hacer las reclamaciones oportunas en caso de que no quedasen conformes, tener la capacidad de escribir textos tanto de carácter formal como informal para que se puedan desenvolver y enfrentar con comodidad ante cualquier situación que se les pueda plantear en su vida, saber hacer una exposición sobre ellos mismo y presentarse…
Para concluir con este aspecto sobre el tema central sobre el que giraría la sesión, es un tema demasiado acotado y concreto, que tal vez les pueda ser de gran ayuda y utilidad en algún momento de su vida, pero intenta extrapolarte y ponerte en la situación de cada uno de ellos para ver que seguramente habrá temas que le puedan ayudar de manera más directa con el desarrollo por ejemplo de su vida profesional la cual iniciará en breve y sobre todo con su vida personal
En definitiva es capacitarlos y habilitarlos para que en relación al uso del español sean independientes y no encuentren ninguna barrera comunicativa. A la hora de transmitir ese conocimiento estoy segura de que tus habilidades con el grupo y tu experiencia obrarán para que asimilen los conceptos de forma natural, que ellos sientan que es algo natural que poco a poco con un poco de esfuerzo irán asimilando y sobre todo practicando y usando que es ése el aspecto que entiendo como motor del aprendizaje independientemente de las expectativas o experiencias personales de cada uno. Que sea algo tan útil y natural que necesiten aprenderlo y no algo tan teórico que se sientan obligados a asimilar o memorizar pero que no hace ‘corto circuito’ en ningunas de las facetas de su cotidianeidad.
Espero que lo que resta de curso, sigas disfrutando con el grupo y ellos aprendiendo. Al menos por mi parte decir que me ha sido de gran utilidad poder ver lo que serían los entresijos de una planificación de una clase de español como ELE ya que supone el poner en práctica los conceptos.

Un saludo y enhorabuena.
Tamara Sánchez

sábado, 25 de mayo de 2013

Comentarios al texto de Elena Verdía sobre el Marco común europeo de referencia para las lenguas



     Voy a dejar mis impresiones sobre el documento escrito por Elena Verdía sobre el MCER, aunque antes de nada me ha parecido muy interesante la cuestión que se ha planteado en el foro dedicado a este concepto entre Cristina y Jose Antonio sobre el grado de subjetividad u objetividad que existe en las pruebas o calificaciones. Creo que es una sombra que siempre planea sobre este campo, porque según he interpretado las palabras de José Antonio, lo que entiendo que ha querido decir es que aunque los profesionales de la enseñanza de las lenguas tengan MCRE una base común para reflexionar sobre la enseñanza, aprendizaje y la evaluación de lenguas y, sobre todo para tomar decisiones relacionadas con sus respectivas actividades, luego es la evaluación subjetivo del profesor la que delimita la calificación. Sinceramente creo que una vez establecidas esas directrices comunes de forma precisa, no cabe lugar a la subjetivad. Si bien es verdad que como nos centremos en qué es o no subjetivo, este foro puede irse por otros derroteros y alargarse demasiado; pero creo que en lo que concierne en concreto al tema que estamos tratando, tenemos hoy en día la suerte de tener parámetros comunes, bien definidos y objetivos.


     De hecho en el texto vemos que gracias a esa base común de referencia unas de las partes centrales del MCRE es el sistema de reconocimiento mutuo de titulaciones que permite la comparación de certificaciones expedidas en los diferentes países. Estos 6 niveles comunes de referencia creo que no han supuesto otra cosa que una enorme avance a la hora de poder ‘hablar el mismo código’ cuando de promover la movilidad por Europa se trata y debemos acreditar bajo un referente común el dominio que poseemos de determinado idioma. De hecho el texto define la existencia de estos niveles como el eje del MCER porque constituye una de sus mayores aportaciones. También señala un eje horizontal en la medida que perfila los parámetros que facilitan a los profesionales en la enseñanza de lenguas el poder establecer qué esperan que los alumnos sean capaces de realizar con la lengua que aprenden en relación con cada uno de estos aspectos.  


     En relación con esto cabe señalar que en el MCER se desarrolla un enfoque de la enseñanza de las lenguas basado en principios comunes, tanto en lo que se refiere a la evaluación como en todo lo que concierte al proceso de enseñanza de lenguas de hecho creo haber leído que dedica un apartado a definir aspectos como el tipo de objetivos a alcanzar, el papel que deben desarrollar tanto profesores como alumnos, etc… Aquí creo que podrían disiparse las sombras a esa objetividad antes mencionada…espero.


     Para concluir y por no alargarme más de la cuenta, decir que la parte que personalmente más me ha gustado porque soy una apasionada de las lenguas y siempre las he definido como la capacidad (o como suelo decir ‘la llave’) que te permite acceder a todo tipo de conocimiento sin contar con barreras de ningún tipo, es cuando se resalta que entre los objetivos del Consejo de Europa está el promover el  plurilingüismo y pluriculturalismo de los ciudadanos europeos; nos anima a llegar a tener la capacidad comunicativa para llegar a tener experiencias en varias culturas y participar como agente social en la interacción cultural. En este último punto señala como importantes, aspectos que ya hemos visto en el curso y que personalmente me han encantado que son la autonomía del alumno ya que el proceso de aprendizaje dura toda la vida y el hecho de considerar al alumno como miembros de una sociedad que en la que tienen que realizar tareas, no como un ente aislado.

     Dejo el enlace del texto, para que quién esté interesado pueda echarle un vitazo:

domingo, 19 de mayo de 2013

LA COMPETENCIA EXISTENCIAL EN EL AULA



La actividad comunicativa de los alumnos cuando nos enfrentamos tanto a nuestro idioma como a una lengua extranjera no solamente puede verse afectada por sus conocimientos, la compresión hacia la misma, sus habilidades, sus destrezas sino que también y al igual que le pasa al docente tal y como vimos en la primera parte del curso, hay factores individuales como pueden ser determinados aspectos de su personalidad, sus actitudes, motivaciones, creencias, estilos cognitivos…que afectan de manera muy significativa ya que conforman la identidad personal de cada uno.

Pero esta forma de afectar y ya que se trata de aspectos en cierto modo existenciales de cada uno es total pero puede ser positiva o negativa. La actitud y la personalidad inciden enormemente no sólo en los los actos comunicativos, sino también en su capacidad de aprender, por eso en los contenidos imprimibles de esta parte del curso se hace referencia a un concepto que creo es fundamental y es el de ‘personalidad intercultural’.

De entre los argumentos o factores que pueden influir de forma negativa cabría señalar por ejemplo:

Factores de personalidad: El miedo y la vergüenza o la personalidad liberada de ellos. Es indudable que una parte fundamental en el aula debería de ser las actividades que impliquen expresión oral pero muchas veces el carácter retraído de los alumnos imposibilita un adecuado desarrollo de este tipo de actividades.

Los valores: Por ejemplo, éticos y morales ya que como vimos en la anterior parte del curso muchas veces no somos conscientes de que partimos de esa base o con esas premisas por lo que su modificación constituye un gran obstáculo.

La voluntad de relativizar la propia perspectiva cultural y el propio sistema de valores culturales es un aspecto que si bien no tiene por qué influir directamente de manera negativa, es quizá uno de los aspectos que dificultaría en cierta medida el proceso de aprendizaje ya que muchas veces caemos en el error que lo que nosotros hemos vivido o nuestra cultura corresponde a lo correcto o a una verdad absoluta.

La ambición y conformismo pueden influir a veces también de manera negativa ya que dependiendo de las motivaciones que el alumnado haya tenido o tenga para aprender una lengua extranjera, el conformismo puede venir dado incluso en la primera fase o puede ser un aspecto que jamás se valore puesto que el aprendizaje de una lengua no cuenta con un fin como tal porque jamás llegaremos a saberlo todo sobre esa lengua. Pero si lo que ha movido al alumno a acercarse a esa nueva lengua ha sido una obligación impuesta desde un ámbito académico o laboral, quizá al adquirir las nociones básicas el conformismo con saber que va a superar los objetivos a alcanzar haga difícil el progreso.


Respecto a los argumentos que pueden afectar o influir de manera positiva podemos enumerar los siguientes: 

A la hora de elegir un texto sobre el que trabajar por ejemplo vovabulario, éste tendrá que ser interesante o socialmente cercano al alumnado por lo que como profesorado estaremos casi obligados a tener una actitud de apertura y encontrar una motivación relacionada con nuestro papel del profesor que nos ayude a trabajar por ejemplo sobre ese texto que no hemos elegido nosotros de forma voluntaria y sobre el que seguramente no tengamos ningún tipo de interés.

Este aspecto positivo conlleva un segundo aspecto positivo como puede ser que desarrollemos nuestra capacidad de aprender  ya que tenemos que hacer como dicentes el esfuerzo de aprender sobre un tema que desconocíamos porque no era cercano a nosotros lo que supone el tener que buscar información, buscar expresiones que no conocernos, leer en internet información sobre ese determinado tema…
Las motivaciones: Las que tengan un carácter extrínseco o integrador las podemos provechar para conseguir la cohesión del grupo  basado además en la necesidad humana de comunicarse.

Las actitudes: El grado que los alumnos tienen de apertura hacia nuevas experiencias, otras personas, ideas, pueblos, sociedades y culturas y el interés que muestran hacia ello se puede aprovechar para que el interés y la actitud hacia la nueva lengua influya de manera efectiva y positiva hacia la misma.

Prácticamente todos factores de personalidad son por llamarlo de algún modo un arma de doble filo porque tienen la capacidad tanto de facilitar como de impedir el aprendizaje y la adquisición de una lengua extranjera o de una segunda lengua, por lo que en general con cada uno de ellos lo que debemos hacer es evaluar cómo o hasta qué punto se puede ayudar a los alumnos a que aprovechen sus cualidades para vencer sus carencias. Es decir, utilizar todos los factores de la personalidad para potenciar las fortalezas de cada alumno.

LA ‘COMPETENCIA’ EN EL APRENDIZAJE



Cada uno de nosotros tiene distintas razones o motivaciones a la hora de aprender una lengua extranjera, he hecho este punto ha sido uno de los primeros que me he planteado y que he tenido la oportunidad de debator y por tanto de reflexionar con una de las compañeras del curso ya que este aspecto de finalidad, nunca lo había tenido en cuenta pero está claro que aunque el puro placer o la pasión por los idiomas sea el combustible que enciende la llama todo estará orientado a un objetivo concreto o específico como puede ser mejorar tu capacidad en el trabajo ya que a causa de la globalización hay cada vez más información que manejar en inglés por ejemplo, para poder viajar ya sea por placer o por motivos de trabajo y no sentor ninguna carencia, para poder acceder a la literatura en otros idiomas… En definitiva la necesidad de aprender otras lenguas distintas a la tuya es siempre para poder usarla y realizar acciones en esa lengua tanto de forma individual como desde el punto de vista de agentes sociales ya que somos miembros de la sociedad.

Por tanto la competencia en una lengua o ser competente en un determinado idioma no es solamente, que por otro lado ya es mucho, tener los conocimientos teóricos o la base académica necesaria sobre esa lengua sino de llegar a ser capaces a hacer acciones de todo índole en esa lengua, llegar a desenvolverte en cualquier tipo de acción sin demasiada dificultad ya sea llamando a un restaurante para encargar la comida, reservando unas vacaciones, escribir una carta para solicitar un puesto de trabajo…es decir, las acciones que suponen las actividades comunicativas de la vida diaria en las que ponemos en funcionamiento la expresión, comprensión, interacción o mediación.

Aquí se vuelve a poner de manifiesto el enfoque que defiende el MCER orientado a la acción en el que la lengua no se concibe simplemente como un instrumento de comunicación que lo es sin ningún tipo de duda sino que vas más allá y se le otorga el carácter de instrumento de socialización porque el uso que cualquiera de nosotros hacemos de la lengua no puede separarse del contexto específico en el que se desarrolla, siendo este concepto de ‘contexto’ una de las categorías que el MCER utiliza para concretar la habilidad del alumno a la hora de utilizar una lengua.

En este sentido es verdad que quizá las personas que queremos dedicarnos a la enseñanza del español como lengua extranjera pero que todavía no disponemos de una formación amplia o específica y sobre todo carecemos de horas de docencia, damos excesiva importancia a la hora de pensar que si conociésemos o si el potencial alumnado conociese la base lingüística del idioma en ejercicio en cuestión, es cuando realmente podría decirse que tiene la capacidad de hablar esa lengua. Pero a lo largo de este segundo módulo se nos ha hecho reflexionar sobre este aspecto y vemos que se aleja bastante de la realidad. Relacionado con este tema, recuerdo una anécdota que nos contó una profesora de inglés no hace mucho tiempo; ella es de origen francés pero lleva muchísimo años (prácticamente toda la vida) viviendo en España y trabajando como profesora de inglés, el manejo que tenía de esos dos idiomas era si no total, muy excelente pero aquí en el punto en el que entraría en juego aspectos como el contexto. Un día en clase tenía un grupo muy heterogéneo en el que el nivel de inglés era muy dispar entre ellos por lo que a la hora de mandar trabajo para casa se adecuaba un poco a un nivel que pudiese seguir todo el mundo con cierta comodidad. A un cierto punto uno de los alumnos que tenía un nivel quizá un poco más avanzado le dijo que esos ejercicios tal vez no presentaban mucha complejidad y eran conceptos que ya habían trabajado en clase a lo que esta profesora respondió: ‘Bueno, seguid con esto en casa que terminemos de reforzar estar conocimientos que suficiente desgracia tienen vuestros compañeros que van un poco más atrasados, así es que vamos a intentar ponernos todos al mismo nivel’. La indignación de esos compañeros menos adelantados fue total e incluso llegaron a ir a la dirección del centro para quejarse de que la profesora los había llamado ‘desgraciados’. Y nada más lejos de la realidad, lo que esta profesora intentó decir es que encima de que había alumnos que ‘por desgracia’ contaban con un nivel un poco mejor, el grupo en general tenía que ser solidario en frenar un poco hasta que entre todos se llegase a un punto en común y poder seguir trabajando al mismo ritmo.

¿QUÉ ES HABLAR UNA LENGUA EXTRANJERA?



Cuando leemos el texto o la parte del MCER que habla del enfoque orientado a la acción se llama así porque los usuarios de esa lengua extranjera o los alumnos que están inmersos en el proceso de aprendizaje, en la medida en que son agentes sociales, tiene que realizar tareas pero no solamente las que pueden estar relacionadas directamente con la lengua sino una gran variedad dependiendo del entorno y del contexto específico.

Cuando se habla de tareas se hace referencia a las acciones que realizan los individuos cuando ponen en acción de forma estratégica sus competencias específicas para conseguir un determinado resultado en concreto por lo que en este sentido o en esta parte de la explicación es cuando vemos de manera clara que el enfoque basado en la acción tiene también en cuenta los recursos que ya posee el aprendiente de carácter cognitivo, emocionales y volitivos así como todas las capacidades propias de ser un agente social.

De ahí que en la definición que usa el MCER sobre el uso y por tanto aprendizaje de una lengua pone de manifiesto o en juego todas las acciones que realizan las personas, ya sea de forma individual como colectiva, en la que tienen que desarrollar de forma simultáneas no solamente las competencias lingüísticas sino también las de carácter general; es decir, todas las que encuentran a su alcance que les permitan a su vez poder activar las estrategias necesarias o las que a ellos les parezcan más adecuadaspara realizar de forma satisfactorias las tareas que tienen que llevar a cabo.

Una vez que los aprendientes tienen el control consciente sobre de esas acciones que han realizado es cuando se produce el refuerzo o la modificación de sus competencias en este caso sobre la capacidad o la conciencia de hablar una lengua extranjera; entendiendo por tanto las competencias como el conjunto que el aprendiente tiene de sus conocimientos previamente adquiridos, sus características individuales que le permiten realizar determinadas acciones… y esas competencias, pueden como hemos dicho arriba pero me gustaría repetirlo a modo de síntesis, generales que son las que a priori no tienen una relación directa con la lengua y las comunicativas que son las que permiten al individuo poder actuar empleando directamente los recursos lingüísticos. Éste aspecto sería la capacidad de poder hablar una lengua extranjera.